miércoles, 5 de agosto de 2009


Hábitos saludables

Al pensar en salud lo primero que se viene a la mente es la ausencia de enfermedad por lo que salud es para muchos simplemente no estar enfermo.

La salud no debe ser entendida únicamente como ausencia de enfermedad y es por ello que la Organización Mundial de la Salud (OMS), la define como "un estado de completo bienestar físico, mental y social y no apenas ausencia de enfermedad".

Estar sano se trata de aprovechar la vida al máximo y de manera activa.
De ahí la importancia de no solo hacer ejercicio y alimentarse saludablemente, sino también prestar atención a aspectos como la actitud mental, la relación con las demás personas, controlar el estrés, etc.

Existe la creencia común de que las personas felices y positivas gozan de mejor salud. Numerosos estudios han establecido una clara relación entre una actitud mental positiva y una buena salud física.

Aquellos que aman la vida y que saben vivir se enferman menos.
Hoy se sabe que muchísimos padecimientos físicos son producto de conflictos emocionales.


Paso a paso


Una buena salud depende también de:


Recreación: dedíquese tiempo para usted y los suyos. Regálese espacios para hacer lo que más le gusta. Buena higiene: mantenga una buena higiene personal y no se descuide a la hora de manipular los alimentos. Hábitos saludables: evite el fumado y las drogas, el exceso de licor, el sedentarismo, entre otros. Consultar a tiempo: lo ideal es realizarse un chequeo médico completo al año. Si se siente mal de salud no deje de consultar, busque ayuda médica, no dude en invertir en salud. Vacúnese. Buscar ayuda: recuerde que es muy válido pedir, buscar ayuda. Balancear: en la vida todo tiene un balance, no olvide que hay tiempo para todo, equilibre. Mantenerse activo mentalmente: esté dispuesto a adquirir nuevos conocimientos diariamente, así como se debe ejercitar el cuerpo debe hacerse lo mismo con la mente. Comunicarse correctamente: aprenda a comunicar lo que le gusta y lo que le desagrada, recuerde que hablando se entiende la gente. Buena información: la información correcta puede hacer la gran diferencia; trate siempre de asesorarse lo mejor posible. Edúquese en temas de salud, busque buenos libros y revistas. No automedicarse: los medicamentos mal administrados se convierten grandes enemigos. Evitar factores ambientales nocivos: no se exponga al sol en exceso y protéjase del humo, del ruido, etc.

A examen

Examine su estilo de vida. Cuantas más respuestas afirmativas obtenga, más sano estará. Si tiene alguna respuesta negativa debería intentar corregir la situación:

1. ¿Come principalmente alimentos frescos, sin procesar?
2. ¿Su peso es el adecuado en relación con su altura?
3. ¿Es usted no fumador o ha dejado de fumar?
4. ¿Bebe con moderación?
5. ¿Sabe dejar a un lado las preocupaciones y relajarse?
6. ¿Pasa parte de su tiempo con amigos y familiares?
7. ¿Puede subir tres tramos de escaleras sin acabar jadeando y sin aliento?
8. ¿Sale a dar un paseo, juega con sus niños, trabaja en el jardín, baila, va al gimnasio, limpia la casa o realiza otras actividades energéticas al menos dos veces al día, cinco días a la semana?
9. ¿Se duerme rápidamente por la noche y descansa bien?
10. ¿Se siente activo y con ganas de empezar el día cuando se despierta por la mañana?

FUENTE: Tomado del Manual de Enfermedades Comunes, Medicina Complementaria y Alimentación Sana, del Dr. David Peters.

Amor propio

Para lograr una buena salud:

Quiérase, ello implica respetarse, tener dignidad, no castigarse. Organícese, establezca prioridades en su agenda. Sonría. Aprenda a elegir sus amistades, rodéese de personas positivas, alegres, de hábitos saludables. Sea humilde; si es necesario; pida perdón. Disfrute de su baño diario. Aprenda a escuchar. Viva intensamente cada momento. Ubíquese, sea realista. Concéntrese en una cosa a la vez.

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