lunes, 14 de diciembre de 2009


CONSIDERACIONES PARA UN PACIENTE POSTBARIATRICO

LO QUE VIENE CON LA CIRUGIA.

EL TRATAMIENTO ADECUADO DEBE CUMPLIR REQUISITOS:

A- una pérdida de peso significativa.
B- permitir tener buena calidad de vida.

EL APOYO PSICOLOGICO:

Para lograr éxito completo, es fundamental el apoyo psicológico, pues operados se enfrentan a una gran transformación que, aunque es generalmente muy positiva, a veces ocasiona molestias y dificultades en casos específicos.

El servicio de psicología y el grupo de apoyo de pacientes operados representan un soporte de suma importancia para hacer que la transición hacia una vida normal sin obesidad mórbida, se haga de manera gradual y sea mejor tolerada
.
Sin dudas que el obeso debe a prender a generar cambios como el dejar de tener como excusa a su enfermedad, el tener que viajar o caminar , el tener que ir a una fiesta , el salir a comprar su ropa, el tener que salir a trabajar .

La realidad muestra que el aprender a comer no es lo mas relevante de su cambio , por cuanto existen cuestiones relacionadas con toda una vida llena de obesidad que difícilmente se marquen en la conducta de un ex obeso.

La prueba de fuego: nuestra tan atemorizante silla plástica de jardín. Cuando una persona es obesa mórbida no intenta utilizar una silla plástica por el temor a que no lo soporte, por el temor a hacer el ridículo ante todos o por simplemente decir: yo no entro en esa silla .

Una vez operado no es tan fácil enviar la información a nuestra mente como para eliminar el temor a silla plástica . Es así como tampoco el operado se da cuenta de su grado de recuperación ante la enfermedad . El operado se vé gordo aunque haya bajado el 90 % de su sobrepeso. El operado tiene el temor a engordar porque no desea una vida llena de obesidad.

LA CIRUGIA Y LA COLABORACION ACTIVA DEL PACIENTE

La cirugía por sí sola no significa tratamiento o cura inmediatos.
Los resultados esperados y la recuperación definitiva, se activan progresiva y gradualmente, para consolidarse luego de varios meses (aproximadamente un año después de la operación).
La recuperación se logra mediante la colaboración activa del paciente y su adherencia a un programa estricto de control y seguimiento, a cargo de un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud.
Por esto se dice que el éxito definitivo depende en un 40% de la cirugía y en un 60% del paciente, aspecto al que se atribuye el que, al comparar múltiples pacientes en quienes se ha realizado un mismo procedimiento (p.e. bypass gástrico), los resultados no son siempre los mismos.

Y MI ESTOMAGO QUE? - LA CONCIENCIA GASTRICA -

Luego de la cirugía, el estómago no será el mismo, así como tampoco su funcionamiento y actividad metabólica.

A diferencia del pasado, el “nuevo”estómago permitirá una mayor sintonía con signos fisiológicos, (no externos ni tan condicionados ambientalmente como en el pasado), de hambre y saciedad, con lo cual se convertirá en una especie de “conciencia gástrica” para aquel paciente que busque mejorar el control de su ingesta y comer responsablemente.

Al principio le ayudará a perder peso en forma rápida y evidente, con una dieta líquida inicial y luego una drástica disminución de las porciones, suficiente para producir una clara y rápida sensación de llenura.
Además será el “sensor” del paciente para sensibilizarlo frente a la cantidad, la calidad de las comidas y las diferentes texturas y sabores, dependiendo de las consecuencias e impacto que éstas tengan cuando se ingieran.

El comer se convertirá en un acto no sólo regulado por la restricción de las porciones y la saciedad temprana, sino por una adherencia a un esquema de comidas, cuya frecuencia y horario deberán ser programados.

Además, la mecánica del comer cambiará, al disminuir el tamaño de los bocados, bajar el ritmo y velocidad de la masticación y parar de comer tan pronto se alcance una sensación de saciedad.

TIPOS DE RECUPERACION ..

RECUPERACION EN ETAPA INICIAL.
Durante los primeros días, mientras el paciente se repone físicamente de la cirugía, pueden o no presentarse algunas molestias.

Entre ellas están: debilidad, mareos e irritabilidad, al igual que síntomas normales de dolor abdominal, inapetencia o repulsión por la comida, sensación de náuseas o vómito.
Puede haber incomodidad general o específica, esta última relacionada con la presencia del drenaje que se deja durante los 8-10 días iniciales y que implica molestia para los movimientos, los cambios posturales e incomodidad para dormir.

El efecto psicológico principal puede ser susceptibilidad o indisposición, debido a la sensación de “estar enfermo”, que no se tenía, (al menos de esa manera), antes de entrar al quirófano.
Esto a su vez puede precipitar aprensión, ansiedad, temor o arrepentimiento en el paciente, sentimientos normales que cederán poco a poco con el paso de los días y en forma más clara, en el momento en que se le retire el drenaje que ha causado limitación al principio.

Muchos pacientes experimentan euforia y gran esperanza ante la perspectiva de cambio que se les ofrece.
Independientemente de la pérdida de peso inicial, la promesa de recuperación, una vez superados los riesgos iniciales de la cirugía, se ofrece como un regalo de la vida y una “segunda oportunidad”.

Una pequeña proporción de pacientes puede sufrir complicaciones médicas postoperatorias las cuales, aunque postergan la recuperación normal, una vez resueltas, dan paso al curso de mejoría esperado.

En estos pacientes, el acompañamiento del grupo interdisciplinario es particularmente importante para salir adelante y retomar la recuperación normal.

RECUPERACIÓN EN ETAPA MEDIA. –( 6 PRIMEROS MESES )

Comprende el período entre el primer mes y los 6 meses posteriores a la cirugía. El paciente se enfrenta al principal desafío: el reencuentro con la comida y la nueva relación que se establece con la misma.

Para facilitar esto, el programa de alimentación que se prescribe consta de fases graduales, que permiten una tolerancia progresiva y no traumática de los diferentes alimentos.

En este punto, puede que la sensación normal de hambre se haya preservado,
lo que es más frecuente, que apenas se esté recobrando tras un período inicial normal de poco apetito, disgusto ante algunos olores, náuseas, fastidio frente a la comida o temor a comer/engordar.

El impacto principal se da por la drástica disminución de porciones, las cuales nada tienen que ver con las que ingería el paciente antes de la cirugía.
Esto en general es algo esperado y por lo tanto bien recibido por el paciente, pues se acompaña de una sensación de llenura temprana.

Para la gran mayoría constituye una especie de “luna de miel” por el hecho de no sentir hambre, llenarse con pequeñas cantidades y ver cómo se concreta una pérdida de peso en forma rápida y evidente.

Sin embargo, para algunas personas acostumbradas a sentir placer adicional por la cantidad de comida más que por el alimento en sí, esto puede significar un período de adaptación un poco más largo, mientras hacen “el duelo” por no poder comer como antes.

Hay que resaltar que, aunque al inicio la dieta implica restricción frente a alimentos sólidos, muy condimentados, grasosos, dulces o con texturas duras, fibrosas y difíciles de digerir, es algo transitorio mientras se facilita el paso hacia nuevos alimentos, preparaciones y texturas.

Se trata de un proceso de aprendizaje que se concreta mejor mediante el apoyo de los profesionales tratantes, al igual que de otros pacientes operados, con quienes se intercambia información a través del grupo de apoyo.

Otro efecto esperado, producto de la pérdida de peso acelerada, es la caída del pelo en aproximadamente el 40% de los pacientes.
Aunque es un problema que se resuelve alrededor del primer año (recuperándose el volumen y consistencia normales), la situación puede generar ansiedad y preocupación en quienes lo viven, pues los confronta con un cambio físico adicional.

Esto es algo que se supera y que puede disminuirse en impacto mediante el refuerzo en el suministro de algunos suplementos.

Atragantamiento y Vómito.
Se trata de dos reacciones que pueden presentarse durante los primeros meses del postoperatorio.
Se presentan como consecuencia de errores del paciente al comer, mientras aprende a reconocer las intolerancias alimenticias y hasta que completa su entrenamiento en la nueva mecánica alimenticia de comer despacio, masticar adecuadamente e ingerir porciones más pequeñas.

Por esto, son síntomas que se consideran “normales” durante el inicio de la recuperación, pero que no deben perpetuarse indefinidamente ya que afectan la calidad de vida del paciente.

En caso de que el paciente no pueda corregirlos con su comportamiento, es preciso descartar complicaciones mediante endoscopia o exámenes médicos adicionales.

RECUPERACION TARDIA.

Hacia el sexto mes, el estómago ya bien recuperado, permite alojar cantidades de comida ligeramente mayores. El hambre se restablece y para ese momento, el paciente bien “entrenado”, regula sus horarios, número de comidas, las cantidades ingeridas y normaliza su dieta, tras resolver las intolerancias transitorias que haya tenido frente a ciertos alimentos.

Idealmente el éxito apunta a poder comer cualquier alimento, dentro de un esquema bien balanceado y en cantidades moderadas.

Esto hace que el estilo de vida resultante incorpore una nueva relación con la comida: una actitud responsable y disciplinada a la hora de comer, una disposición cuidadosa y atenta ante lo que se come, con modificación de gustos, preferencias y mayor inclinación hacia alimentos saludables.

Adicionalmente, requiere compromiso para tomar de manera permanente, suplementos de minerales y vitaminas necesarios para prevenir deficiencias de los mismos o malnutrición futura.

El ejercicio físico debe constituir un elemento indispensable del proceso, que se recomienda sea incorporado como rutina permanente.
Practicado en forma regular, permitirá disminuir en parte el impacto de efectos secundarios tales como flaccidez y pliegues en piel; además ayudará a que el paciente moldee mejor la nueva figura e inyecte en forma gradual y no traumática, una nueva apreciación de su cuerpo.

El ritmo de la pérdida de peso es variable: algunos pacientes pierden el mayor porcentaje en los primeros 6 meses y solamente un excedente menor, en el lapso siguiente, mientras que otros lo pierden en forma más lenta pero constante, distribuida en los 12 o más meses posteriores a la cirugía.

Es un proceso muy individual que depende de características personales según el grado de obesidad previa, edad, sexo, metabolismo y grado de adherencia al plan de tratamiento post-quirúrgico.

CONSECUENCIAS PSICOSOCIALES

En virtud de la pérdida de peso, los pacientes reportan cambios indudablemente deseables, tales como incremento en sus actividades y habilidades, mejoría del dolor en articulaciones (rodillas, caderas, espalda) y de otras condiciones médicas; capacidad de proyectarse en el futuro, mejores relaciones familiares/sociales y mayor disposición ocupacional y laboral.
Aunque en general los cambios esperados son positivos, no son inmediatos, y por ello es muy importante tener paciencia y asumir todo como un proceso paulatino. Estos son:

Imagen Corporal.
En lo que a imagen corporal se refiere, y especialmente pocos meses después de la cirugía, la pérdida de peso produce mejor autoimagen, apariencia más atractiva, sensación de ligereza y satisfacción ante reducción de medidas y talla, lo que redunda en mayor facilidad para encontrar ropa de su gusto.
Con el tiempo, sin embargo, algunos reportan no haber bajado tanto como esperaban o gran inconformismo con las secuelas de la piel.

Dependiendo del grado de obesidad previo, edad y calidad de piel, son esperables secuelas como aparición de arrugas, pliegues en abdomen, flacidez en brazos y muslos y, en las mujeres, nalgas y senos disminuidos o descolgados.

Efectos indeseables que en algunos casos son puramente estéticos, pero que en otros pueden tener implicaciones mayores para la calidad de vida o vida de relación del paciente.

Progresivamente la persona debe asimilar y aceptar, (no siempre sin tropiezos), su nueva apariencia: una figura sí más delgada y con rasgos más afinados, pero, que no necesariamente coincide con la imagen fantaseada.
Es posible recurrir a medidas correctivas en el largo plazo como ejercicio y nuevas cirugías, pero se requiere paciencia y un compromiso claro y mantenido durante el tiempo en que tales medidas tarden en hacerse efectivas.
Debido a esto, pueden preveerse consecuencias psicológicas en algunos pacientes como depresión, baja autoestima, sensación de complejo y dificultad para aceptar la nueva imagen, las cuales deberán atenderse con apoyo social e incluso terapéutico, en casos de mayor severidad.

Asimismo, debe atenderse el impacto que se extiende hacia parejas o familiares de los operados, para quienes, a veces no es fácil ajustarse a la nueva apariencia y comportamiento del operado.


Comportamiento Alimenticio.
Los cambios en la alimentación no son completamente facilitados o forzados por el nuevo estómago, de manera que los pacientes, tienen que poner de su parte para cambiar los hábitos.

De hecho, la cirugía no es una alternativa para no hacer dieta, sino una medida para facilitársela al paciente.
En general, los pacientes reportan mejor control sobre su alimentación, con menor impulsividad y disminución del comer emocional.
En algunos casos, la cirugía funciona como intervención terapéutica para erradicar síntomas de comer compulsivo.
Sin embargo, no siempre hay adherencia a las recomendaciones alimenticias postoperatorias.

Algunos pacientes reinciden en comer disfuncional, si no por ingerir porciones grandes, sí por picar pequeñas cantidades de alimento entre las comidas o por consumir grandes cantidades de líquidos altos en calorías (gaseosas, alcohol, helados). De esta forma, disminuyen el éxito potencial de la cirugía, al estancar la pérdida de peso o incluso, al producir ganancia del mismo.

Otro problema, que puede ser fuente de molestias importantes, es el vómito. Cualquiera que sea su razón, si éste no se corrige, generará mala calidad de vida y reacciones emocionales diversas como aversión a la comida, miedo a comer, vergüenza y limitación social.

Finalmente, el denominado “síndrome de dumping” se presenta en quienes insisten en comer alimentos ricos en azúcar, generando malestar marcado, pero con distintos síntomas posibles: náuseas, vómito, mareos, desmayos, diarrea o estreñimiento.
Puede resolverse espontáneamente hacia el año de la cirugía o persistir y generar aversión permanente por los dulces.

Personalidad.
Dentro de los cambios emocionales y de personalidad tras la pérdida de peso y mejoría de la salud, se cuentan: incremento de autoestima, autoafirmación y aceptabilidad en las relaciones con otros, mayor autonomía, reducción de limitaciones físicas y mejoría en la disposición para relacionarse con los demás .

Algunas evidencias muestran que los pacientes se vuelven menos neuróticos y más disciplinados, son menos defensivos y adoptan nuevas definiciones de su identidad.

Psicopatología.
Como tendencia general, muchos estudios muestran disminución de estados psicológicos negativos (especialmente depresión y ansiedad), asociados en el pasado con la obesidad.
En parte debido a la pérdida de peso como tal, pero también, como resultado de una nueva actitud de cambio, esperanza, optimismo y sobre todo, compromiso con la propia recuperación y la oportunidad de vivir mejor.

Estos cambios, en algunos pacientes son permanentes, pero en otros no, volviendo a darse los estados descriptos.

Con la depresión, lo mismo que con la ansiedad, puede pasar que disminuyan tras la cirugía, pero que se reactiven durante la recuperación misma, como reacción de adaptación a la nueva condición y exigencias de un estilo de vida muy diferente al acostumbrado.

Los pacientes pueden tener dificultades para adaptarse psicológicamente tanto a las limitaciones como a las nuevas posibilidades de la cirugía, debido a:
• El efecto de cambios demasiado drásticos o rápidos en su físico.
• Una pérdida de peso insuficiente o diferente a la planeada,
• Un efecto inicialmente positivo de los comentarios agradables y atención social recibida, el cual decae cuando la vida se va normalizando.

• Encontrar que la vida no mejora ‘automáticamente’ por el sólo hecho de perder peso; se hacen evidentes otros problemas emocionales o interpersonales nuevos o preexistentes, no necesariamente relacionados con el exceso de peso. Es decir, es el efecto de encontrarse enfrentados con muchos problemas existenciales como el resto de las personas, sin la posibilidad de achacarlos más a la obesidad.

Comportamiento social.
De acuerdo con varios autores, luego de la cirugía los pacientes muestran mejor funcionamiento social gracias a la salud, ya que se vuelven más activos, conforman mejor su red de apoyo social (incluyendo el matrimonio), tienen mejor vida sexual y experimentan menor discriminación o estigmatización.
Reciben mayor oportunidad laboral, los días de incapacidad disminuyen y pueden renovar compromiso con su profesión o su estudio.

También puede haber resultados negativos.
Algunos estudios reportan pacientes con problemas sexuales, disfunción marital y divorcio, cambio en las amistades y en las actividades sociales acostumbradas, por ser incompatibles con su nuevo estilo de vida y las nuevas características de la alimentación. Muchos eventos que involucraban comida y alcohol, deben ser replanteados.

Las reacciones de terceros a la nueva apariencia y delgadez, en ocasiones son positivas y de refuerzo, pero en otras pueden contener críticas, o esconder envidia y resentimiento en familiares y amigos.

CONSIDERACIONES FINALES

.1. La cirugía bariátrica, si bien es el mejor método de control para la obesidad severa, no constituye panacea para los problemas psicosociales asociados o derivados de la misma. Estos deben ser tenidos en cuenta y tratados como aspecto innegable de la enfermedad y de su tratamiento.

2. Para maximizar los resultados y el éxito de la intervención, es fundamental el seguimiento estrecho durante mínimo 1 año después, por parte de un equipo interdisciplinario (cirujano, endocrinólogo, nutricionista, psicólogo/psiquiatra entre otros), con la participación y colaboración activa del paciente y su familia.

3. Es bien reconocida la utilidad que los grupos de apoyo para pacientes ofrecen en términos de: información, psicoeducación, retroalimentación interpersonal, ayuda para la solución de dificultades y superación de obstáculos propios del proceso, generación de una actitud activa y mejor compromiso con la propia recuperación y la de otros.

4. Si usted cree que puede beneficiarse de este tipo de intervención, debe procurar recibirla por parte de una institución que ofrezca un programa integral, con asistencia psicológica en forma de información, evaluación, preparación para la cirugía y apoyo postoperatorio individual y grupal.

Nos fuè enviado, sin nombre de autor.-

martes, 24 de noviembre de 2009


europapress.cat

Demuestran la conexión entre una proteína y la obesidad
BARCELONA, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Grupo de Investigación en Diabetes, Endocrinología y Metabolismo del Institut de Recerca de l'Hospital Vall d'Hebron de Barcelona (IR-HUVH) ha demostrado la conexión existente entre la obesidad y la producción insuficiente de una proteína en el tejido graso, lo que abre la puerta a nuevos tratamientos.

El estudio, publicado en la revista 'Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism', se proponía comparar por primera vez la cantidad de la citada proteína --llamada zinc-a2-glicoproteína (ZAG)-- presente en grasa subcutánea y grasa visceral entre personas obesas y no obesas, con el fin de establecer la relación entre el nivel de esta proteína y la obesidad.

La citada proteína es conocida por su capacidad de movilizar y eliminar grasas. De hecho, "los pacientes con cáncer presentan un alto nivel de esta proteína y en consecuencia pierden peso", explicó el líder del estudio, Rafael Simó, que evidenció que un nivel bajo de ZAG se ha relacionado con el desarrollo de la obesidad pero la mayor parte de la información proviene de estudios realizados en roedores y ensayos in vitro.

Por ello, se analizaron muestras de 20 personas obesas y 10 no obesas, obtenidas mediante cirugía, y los resultados mostraron un nivel de ZAG significativamente inferior en los pacientes obesos, frente al otro grupo.

"El estudio demuestra la conexión entre el desarrollo de la obesidad y la insuficiente producción de ZAG", explicó hoy Simó. Además, la investigación "alienta la necesidad de una mayor investigación clínica y experimental con esta proteína, como nueva diana terapéutica en el tratamiento de la obesidad", remarcó.

El exceso de grasa corporal está asociado a un aumento de la mortalidad y a una mayor probabilidad de padecer patologías como la diabetes tipo 2 o hipertensión.

Actualmente, la obesidad constituye una de las principales amenazas para la salud pública en el mundo occidental debido a sus riesgos y a su creciente prevalencia. En España, se calcula que el 15% de los adultos es obeso y un 37% padece sobrepeso.

Los investigadores insistieron en que la eficacia a largo plazo de los tratamientos disponibles hoy en día para tratar esta enfermedad son "muy pobres", por lo que son necesarios nuevos fármacos basados en una mayor comprensión de los mecanismos implicados en el desarrollo de esta patología.

viernes, 20 de noviembre de 2009


Imágenes cerebrales muestran que la comida puede ser una adicción
Se identificaron circuitos activados por los alimentos y vinculados con el placer y el deseo

Noticias de Ciencia/Salud:Viernes 20 de noviembre de 2009
| Publicado en edición impresa

Nora Bär
LA NACION



Para muchas personas con sobrepeso, intentar sacarse kilos de encima es peor que el castigo de Sísifo. Según la mitología, los dioses habían enviado a este mentiroso y avaro al inframundo y lo habían condenado a empujar una enorme piedra cuesta arriba por una ladera empinada, pero antes de alcanzar la cima la piedra siempre rodaba hacia abajo y tenía que empezar de nuevo desde el principio.

Para el doctor Julio Montero, presidente de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (Saota), cuando una persona obesa se queja de que no puede luchar contra la tentación de las golosinas y otros alimentos procesados que titilan desde los escaparates... tiene razón: "A la mayoría la fórmula de comer pequeñas porciones de alimentos procesados no le funciona, porque está en la peor situación, la del fumador que consume cuatro paquetes y al que se le pide que sólo fume cuatro cigarrillos por día -asegura-. Para bajar de peso, hay que cambiar no la cantidad sino la calidad de los alimentos."

Según la doctora Rosa Labanca, directora del Centro de Asistencia, Docencia e Investigación de la misma sociedad, estudios recientes con técnicas muy avanzadas en la resolución de imágenes permitieron identificar circuitos nerviosos relacionados con la regulación de la alimentación y, entre ellos, dos que están vinculados con el "deseo" y con el "gusto".

"El primero se relaciona con la intención de comer y la búsqueda del alimento, y el segundo, con el placer que proporcionan -dice Labanca-. Estos poderosos mecanismos de incentivo, que incluso se manifiestan en el nivel emocional y psicológico, están intermediados por el sistema opioide estimulado por la liberación de sustancias emparentadas con la morfina que nuestro cuerpo produce o bien por las que provienen de los alimentos. Esto llevó a algunos investigadores a postular que un buen grupo de obesos lo es por responder como adictos frente a algunos alimentos, pero que en todos, obesos o no, el sistema funciona en una dirección proalimentaria."

Los alimentos artificiales, también llamados por algunos "neoalimentos" -que son los que concentran mayor cantidad de almidones, aceites y azúcares refinados-, suelen ser los más tentadores, porque activan estos circuitos cerebrales y dan bienestar.

Otro circuito parece estar vinculado con la corteza prefrontal del cerebro, que interviene en el control de los impulsos. "Una disminución de su actividad se asoció con mayor peso y menor control ante alimentos tentadores", explica Labanca.

Desde este punto de vista, según Montero, la nutrición clásica cae en una contradicción cuando "pretende tratar a los adictos facilitándoles la droga en cantidades pequeñas", afirma. Por eso, para el elenco directivo de la Saota, lo más importante cuando se trata de bajar de peso no es contar calorías o detallar nutrientes, sino optar por los alimentos no adictivos.

"El mecanismo es complejo y aún no se conocen las vías exactas -dice Montero-. En el centro del cerebro están los centros del placer, pero no sólo del placer, sino también de la obtención de placer. Es decir que uno no sólo aprende a comer determinadas cosas, sino también cómo las obtuvo. Así, se establece un circuito de comida, placer y moverse hacia el placer que hace que las personas identifiquen cuáles son los alimentos que activan su sistema opioide. La corteza prefrontal es una región crítica que interviene en el control de estos impulsos y recibe señales neurobiológicas del intestino."

Y más adelante agrega: "Por eso, las corrientes actuales más vigorosas proponen el modelo alimentario prehistórico o dieta paleolítica como lo más saludable. Se basa en comer alimentos «diluidos» (carnes, vegetales y frutas), con un pequeño espacio para el yogur como aporte de calcio para reemplazar a los insectos y las larvas. Esta es la alimentación que está acoplada con nuestros genes".

Según Montero, los tres consejos que da a sus pacientes son: cambiar la calidad de lo que se come (por alimentos naturales), no pasar hambre (comer cada vez que se necesite y en el horario que se desee) y no comer sin hambre. Esto, según el especialista, nos permitirá liberarnos de la adicción de la comida.

Cita para aprender a comer
El próximo martes, a las dos de la tarde, en el marco del IX Congreso de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (en el Palais Rouge, Jerónimo Salguero 1433), se realizará una jornada con entrada libre y gratuita, abierta al público, donde se tratarán los mecanismos que gobiernan el comportamiento frente a los alimentos y se discutirá cuál es la mejor alimentación para todos. En el congreso se pasará revista a distintos modelos de alimentación saludable, se presentarán nuevas investigaciones sobre la influencia de la alimentación materna como determinante de la tendencia a la obesidad y se presentarán nuevas líneas de trabajo.

martes, 17 de noviembre de 2009


La alimentación del diabético
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Los alimentos para diabéticos fueron producidos bajo la concepción de que el diabético tenía prohibiciones alimentarias de por vida. Esto en la actualidad además de ser incorrecto, suele provocar confusiones, como tantos otros mensaje impregnados por la tendencia comercial.
La persona diagnosticada de diabetes debe tener cuidado no sólo en la cantidad de hidratos de carbono simples y complejos, sino también en la cantidad de proteínas y lípidos, ya que la diabetes no es una enfermedad del 'azúcar en la sangre' solamente, este es sólo un síntoma, sino que es una enfermedad del metabolismo de todos los nutrientes, siendo la responsabilidad primordial la falta de insulina.
¿Menos Hidratos de Carbono?
Los planes alimentarios tradicionales exigían al paciente diabético que no comiera nunca más alimentos como pastas, pan y papa, por lo que surgieron en el mercado productos como fideos para diabéticos y pan y galletitas de gluten, entre otros.
Estos productos tienen la característica de poseer menor cantidad de hidratos de carbono. Pero como contrapartida, para conservarlos y darles consistencia parecida a los originales, tienen aditivos que contienen proteínas y lípidos, pudiendo peligrar la salud de su riñón y sus arterias.
Recordemos que estos nutrientes también deben contabilizarse en el plan alimentario de los diabéticos.
Además de ser más costosos, gracias a los avances en la investigación nutricional se comprobó que el diabético no los necesita, pudiendo comer de manera muy parecida al resto de la familia.
En el 'Consenso de pautas para la alimentación del diabético', organizado por la Sociedad Argentina de Diabetes, se reafirmaron conceptos que coinciden con la idea de que la persona con diagnóstico de diabetes no necesita consumir alimentos especiales, sino que por el contrario lo que necesita, es aprender a comer los alimentos y productos alimentarios comunes, en un orden y proporción determinados, que dependerá de su ritmo de vida, necesidades energéticas y gustos personales, armonizando los momentos de comida con la insulina aplicada y/o con los hipoglucemiantes orales.
La idea principal es consumir todo tipo de alimentos sabiendo cuándo, cuánto, de qué manera y con qué frecuencia consumirlos. En cierta medida, es similar a un plan alimentario saludable.
Por su puesto que siempre resulta imprescindible consultar a profesionales del tema, ya que un plan alimentario para diagnóstico de diabetes no es una lista de prohibiciones sino un conjunto de alimentos organizados de manera científica.
Recomendaciones del Plan de Alimentación:
Las recomendaciones del plan de alimentación se pueden dar en forma de menús fijos o bien mediante tablas de intercambio de alimentos, un sistema más complejo inicialmente pero que proporciona mayor flexibilidad a largo plazo. Estos sistemas son combinables, pudiendo aportar listas de intercambios de alimentos a un menú fijo.
La elección del tipo de plan de alimentación depende mucho de las características de cada persona, siendo esencial realizar una adaptación al estilo de vida habitual. Se debe tener en cuenta si existe hipertensión arterial, dislipemia, insuficiencia renal o hepática u otros procesos para realizar las modificaciones necesarias en el plan de alimentación.
La alimentación para diabéticos sugiere:
. Lácteos descremados
. No más de tres huevos por semana.
. Carnes desgrasadas (ave sin piel, vacuna sin grasa, pescados no fritos).
. Todo tipo de hortalizas del *grupo A y del B.
. Una porción diaria de hortalizas del *grupo C, o reemplazarlas por igual cantidad en peso cocido (después de la cocción) de harinas, cereales o pastas.
. Todo tipo de frutas.
. Legumbres en reemplazo de los cereales.
. Máximo 70 gramos de cereales integrales por porción (tamaño de un pocillo de café).
. Preferentemente pan y galletas integrales y de bajo tenor graso.
. Aceites crudos.
. Bebidas sin azúcar, de bajas calorías. Las bebidas de bajas calorías deben consumirse en forma controlada.
. Evitar azúcares, dulces, golosinas y amasados de panadería o confitería.(todo tipo de alimentos con hidratos de carbono simples).
Recomendaciones Comunes Generales:
Puedo tomar edulcorantes: se utilizan para sustituir al azúcar y tienen un poder edulcorante muy superior al azúcar refinado. Los acalóricos son el ciclamato, el aspartamo y la sacarina. El más recomendable de todos es el aspartamo. En general debe respetarse la cantidad máxima permitida ya que su ingesta excesiva puede tener efectos secundarios.
El Sorbitol se utiliza habitualmente en los chicles sin azúcar. También es importante respetar su consumo máximo para evitar efectos secundarios.
Debe restringirse el consumo de sal: debe restringirse el consumo de sal cuando existe hipertensión arterial. La diabetes no requiere una restricción especial en el contenido de sal de la dieta.
Puedo tomar alcohol: en general las recomendaciones para una persona con diabetes no difieren de las aconsejables para la población general. Debe aconsejarse abstinencia absoluta en casos de embarazo, pancreatitis, neuropatía avanzada, hipertrigliceridemia o abuso de alcohol. En caso de tomar alcohol la ingesta máxima recomendada es de 2 bebidas/día para los varones y 1 bebida/día para las mujeres. Se considera que una bebida contiene 15 g de alcohol.
El alcohol puede tener efectos hiper o hipoglucemiantes. Depende de la cantidad de alcohol ingerida en poco tiempo y si se ha tomado con o sin comida. Para evitar el efecto hipoglucemiante del alcohol se aconseja tomarlo con algún alimento. Se debe tener en cuenta que 1 g de alcohol produce 7 calorías que se denominan vacías porque no tienen ningún valor nutritivo.
¿Me puedo fiar de los alimentos especiales para diabéticos?: En general depende de la composición, ya que bajo esta etiqueta existen alimentos aconsejados y desaconsejados. Es importante evitar productos no etiquetados de los cuales desconocemos su contenido en hidratos de carbono o su distribución calórica. En caso de duda es mejor evitarlos. El consumo de productos dietéticos y para diabéticos debe siempre ser controlado, consultado y recomendado por un especialista.
Contacto: alimentacion@gmail.com
Fuente: http://www.alimentacion-sana.com.ar

martes, 20 de octubre de 2009


La cirugía plástica permite recuperar la figura después de someterse a un by pass gástrico

El By Pass Gástrico es una opción para cientos de obesos mórbidos para quienes no fueron efectivos otro tipo de tratamientos, pero un problema que surge, luego de la gran pérdida de peso que permite la cirugía, es el exceso de piel que queda en el cuerpo del paciente.


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El desarrollo exitoso del By Pass Gástrico que representa una opción para los obesos mórbidos a quienes no les dieron resultado otro tipo de tratamientos, generó un nuevo tipo de paciente: personas que en el transcurso de un año y medio bajan 80 a 100 kilos recuperando su salud, pero con excesos importantes de piel en el cuerpo. La necesidad de dar respuestas a este “nuevo paciente” hizo que paulatinamente se fuera gestando dentro de la cirugía plástica una subespecialidad: la cirugía reparatoria post obesidad, que tiene como objetivo mejorar el contorno corporal.

En la Argentina, son pocos los equipos médicos que realizan este tipo de intervención. Dentro de ellos se encuentra el servicio de Cirugía Plástica Post Obesidad que ofrece el Programa OCMI (Obesidad & Cirugía Mini Invasiva). Dirigido por el doctor Oscar Brasesco, precursor del by pass gástrico en la Argentina, el Programa OCMI viene acompañando la recuperación de más de 1.500 pacientes que lograron un cambio radical en su calidad de vida, solucionando no sólo el problema de la obesidad, sino de muchas de las enfermedades crónicas asociadas.

El tratamiento integral de la obesidad que propone el Programa OCMI comprende mejoras en los hábitos alimentarios, incremento de la actividad física, del estado de ánimo, calidad de vida y además se compromete con la enfermedad del paciente desde la cirugía y hasta su plena recuperación.

Y enmarcado en un plan integral de tratamiento de la obesidad que incluye la cirugía bariátrica para obesos mórbidos, el servicio de Cirugía Plástica Post Obesidad es coordinado por el doctor Pablo Sánchez Saizar.

“El paciente bajó de peso y tiene como secuela el exceso de piel en diferentes regiones. Si bien ha logrado un buen objetivo, no se ve bien. Tiene un problema grave estético, físico y psicológico y necesita complementar el tratamiento con una cirugía. Esta intervención le permite al paciente sentir que finalizó con su obesidad”, sostiene el doctor Sánchez Saizar, coordinador de la sección de cirugía plástica de OCMI.

190 pacientes ya se realizaron esta cirugía post obesidad(un promedio de 7 u 8 intervenciones mensuales). Los pacientes llegan a esta instancia evaluados por un equipo multidisciplinario de médicos clínicos, nutricionistas y psicólogos.

La Cirugía Plástica Post Obesidad se encuentra dentro de las denominadas cirugías del contorno corporal y el Programa OCMI es el único que propone un tratamiento planificado dividido en diferentes intervenciones, comprometido con la enfermedad del paciente desde la cirugía y hasta su plena recuperación.

Datos a tener en cuenta

- La cirugía plástica Post Obesidad tiene una triple función reparadora de:

• Forma
• Función
• Estética


- Los requisitos básicos para que un paciente pueda recibir esta intervención son:


• Haber alcanzado una estabilidad de 3 a 6 meses en el peso ideal
• Que hayan pasado entre 12 y 18 meses desde la cirugía bariátrica
• IMC (Índice Masa Corporal): menor a 30
• Hb: mayor a 12 mg.

- El tratamiento planificado que propone el Programa OCMI incluye intervenciones múltiples espaciados cada 3 meses:


1. Dermo circunferencial (BODYLIFT, Dermolipectomía de abdomen, Abdominoplastia).
2. Dermo piernas
3. Dermo brazos + cirugía de mamas.

En nuestro país, se estima que alrededor del 60% de la población tiene algún grado de sobrepeso, siendo obesos mórbidos el 3 o 4% de la población general.

http://www.minutouno.com/1/hoy/article/85219-La-cirug%C3%ADa-pl%C3%A1stica&/

jueves, 15 de octubre de 2009


ENFERMEDAD QUE TRAE OTRAS DOLENCIAS

Argentina: 30% es obeso

Afirman que crece en proporciones epidémicas. Causas y consecuencias.


El 30 por ciento de la población adulta argentina sufre de obesidad, una enfermedad metabólica crónica, progresiva y multifactorial, asociada a numerosas patologías crónicas que llevan a una prematura incapacidad y mortalidad, advirtieron los especialistas.

Carlos Casalnuovo, jefe de Cirugía Bariátrica del Hospital de Clínicas y director del Centro de Cirugía de la Obesidad (CCO) de Buenos Aires, dijo que la obesidad "crece en proporciones epidémicas, con elevados costos en la salud pública" argentina.

Según Casalnuovo, que también es profesor de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en la Argentina el 30 por ciento de la población adulta, mayor a 40 años, es obesa".

"Las principales causas de estos índices alarmantes son la inactividad física, el sedentarismo característico de nuestro estilo de vida (mirar TV sentados por largos períodos, uso constante del automóvil en lugar de caminar), la alimentación elevada en calorías, grasas y azúcares concentrados, junto a los genes predisposición al sobrepeso", comentó el médico.

Además, el especialista destacó el "notable" aumento en el número de pacientes con obesidad en los últimos 10 a 15 años".

"En nivel global, un 68 por ciento aproximado de la población tiene sobrepeso y un 31 por ciento, obesidad, lo que convierte a esta enfermedad en la primera epidemia no infecciosa de la historia", señaló el cirujano.

En ese sentido, ejemplificó diciendo que la proporción de obesos "creció más de un 150 por ciento luego de la 2da Guerra Mundial y se estima que alcanzó al 40 por ciento de la población de Estados Unidos en 2008".

"Es alarmante el aumento de la incidencia de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes en los últimos 25 años, llegando en la actualidad a un 20 por ciento", comentó Casalnuovo.

Los obesos severos y mórbidos tienen una disminución de la expectativa de vida, entre 10 y 15 años, y una mortalidad seis a doce veces mayor que un individuo normal.

Por tal motivo, a partir de la resolución 742/2009 del Ministerio de Salud, se incorporaron prestaciones básicas esenciales para la cobertura de pacientes con obesidad al Programa Médico Obligatorio (PMO).

Entre los procedimientos quirúrgicos con cobertura se encuentran la banda gástrica ajustable y el by pass gástrico.

Casalnuovo aseguró que la laparoscopía "cambió el mundo de la cirugía porque permitió operaciones antes impensadas, y dio así una nueva dimensión al acto quirúrgico".

Existen en general tres tipos de cirugías de la obesidad: las restrictivas, que solo limitan a nivel del estómago la comida que se ingiere; las malabsortivas, que disminuyen la absorción de la comida a nivel del intestino; y las mixtas, que combinan procedimientos de restricción y de mala absorción.

El especialista afirmó que uno de los principales procedimientos dentro de las opciones de cirugía bariátrica para el tratamiento de la obesidad es la banda gástrica ajustable.

Este procedimiento reúne varias características para tratar la obesidad mórbida, ya que presenta muy baja morbilidad y mortalidad, es ajustable, reversible y ofrece excelentes resultados comparables con el resto de las intervenciones.

Éste, es un tratamiento de la obesidad, porque es un procedimiento mini invasivo, seguro, efectivo, duradero, que posee bajo índice de reintervención, mínimos efectos adversos, es fácilmente reproducible y no cambia la anatomía del paciente.

Para el médico, "es importante el segumiento prolongado y la ajustabilidad óptima de la banda".

"Es muy importante tener en cuenta que los pacientes obesos severos deben ser tratados por un equipo multidisciplinario capacitado, es decir, cirujanos, nutricionistas, endocrinólogos, clínicos, neumonólogos, psicológos, cirujanos plásticos y reeducadores físicos", añadió Casalnuovo.

CANAL 26

miércoles, 14 de octubre de 2009


Metabolismo y exceso de peso

Nuestro metabolismo no es el único culpable de nuestro exceso de peso. El sobrepeso es muy a menudo consecuencia de una alimentación errónea. Los preparados alimenticios con aditivos químicos pueden alterar el funcionamiento de nuestro metabolismo.


El sobrepeso es muy a menudo consecuencia de una mala alimentación. Los cereales se refinan desnudándolos de las capas nutritivas más importantes para la salud, el germen y el salvado. El azúcar de caña o remolacha sufre también un proceso de lavado, blanqueado, que lo define como un alimento vacío que carece de nutrientes y las grasas de origen animal (embutidos, carnes grasas, mantequillas, etc.) producen en su conjunto una serie de afecciones llamadas "del metabolismo" y entre ellas la obesidad y el exceso de peso.

Además de los alimentos vacíos o de baja calidad nutritiva, sufrimos de todo tipo de preparados alimenticios (pues no se les puede llamar alimentos) cargados de aditivos químicos, que forman parte, a veces muy frecuentemente, de la alimentación cotidiana. El exceso de cantidad de alimentos, tanto en el supermercado como en nuestra mesa y la industrialización ha conducido a las sociedades del norte del mundo a enfermedades que indican la necesidad de una vida conectada a los ciclos de la tierra y a nuestro cuerpo con sus ritmos y necesidades. Aunque pensándolo bien, esta desconexión resulta interesante para un gran sector de la sociedad que han hecho un negocio de la manipulación antinatural de los alimentos y del culto al cuerpo. Los cientos de millones que mueven los alimentos bajos en calorías, las cremas reductoras y otros productos milagrosos son demasiados como para que interese saber que bastaría con aprender a comer alimentos sencillos y naturales.

El metabolismo
Diversas hormonas influyen tanto en el aprovechamiento de las substancias nutritivas como en la distribución de la grasa corporal o regulación de líquidos orgánicos, es por ello que una alteración endocrina puede provocar indirectamente una alteración del peso corporal. Algunas obesidades o excesos de peso tienen su origen en una alteración del sistema glandular. Entre las glándulas de secreción hormonal con mayor relevancia en cuestión de sobrepeso, nos encontramos con el páncreas y la tiroides, ambas requieren una parada para comprender nuestro organismo de forma más profunda.

El páncreas: director de orquesta
El páncreas es un órgano situado transversalmente en la cavidad abdominal. Su función como glándula endocrina es segregar una hormona, la insulina. La función del páncreas es vital importancia, pues a veces aún comiendo poco, si los niveles de insulina están alterados, una parte de lo comido se convierte en grasas de reserva, con la siguiente ganancia de peso comiendo cada vez menos. Los síntomas de una mala combustión de los alimentos pueden ser el exceso de grasa corporal junto a un bajo nivel de energía que correspondería a aquellas personas que a pesar de estar sobradas de kilos se encuentran cansadas y a veces con impulsos irresistibles de comer dulces o picotear entre horas.

La tiroides
La tiroides es una pequeña glándula situada a nivel de la garganta. Se encarga de aumentar el consumo celular de oxígeno y calor corporal, lo que determina el metabolismo basal de cada individuo. Aumenta la degradación de la glucosa y las grasas e incrementa la actividad neuro-muscular y la sudación, entre muchas otras funciones. El concepto de metabolismo lento está en referencia de forma proporcional con el funcionamiento hormonal de esta glándula, ya que sin llegue a ser un hipotiroidismo diagnosticable, la eficiencia con la que trabaje determinará con qué facilidad ganamos o perdemos peso. Para saber si tú metabolismo funciona adecuadamente es necesario medir la temperatura corporal basal que determina la función tiroidea.

La medición de la temperatura basal se mide con un termómetro normal, colocándolo bajo la axila justo antes de despertarte y de realizar ningún movimiento brusco o actividad previa. Durante cinco días seguidos se toma la temperatura y la hora. Las mujeres es preferible esperar a hacer la medición siete días después de la menstruación. La temperatura fisiológica está entre los 36.6 a 36.4 grados, si es inferior puede ser un indicio de que el metabolismo quema lentamente o con dificultad, es decir, si consume correctamente lo que come o no.




Autor: Luisa Martín
Naturópata y diplomada en Herbodietética

martes, 6 de octubre de 2009

Obesidad y Autoestima


Obesidad y autoestima es una relación cada vez más evidente a la hora de entender problemas de desórdenes alimentarios y dificultad para bajar de peso. En el siguiente artículo os comentamos algunas pautas muy interesantes para mejorar esa autoestima.


¿Cómo cuidarme si no me quiero?
Por desgracia en los últimos años cada vez nos llegan más noticias por los medios de comunicación sobre la obesidad de la población. En España de hecho ha aumentado muchísimo a pesar de que siempre se ha considerado que la dieta mediterránea ha sido una de las mejores del mundo. Pero la moda de la comida basura y rápida está haciendo estragos sobre la salud de la población.

Pero está claro que el problema no es está solo en un cambio de alimentación, sino que parece que existe una fuerte relación entre obesidad y baja autoestima. No significa que todas las personas que tienen baja la autoestima vayan a padecer un trastorno de obesidad mórbida, pero sí es cierto que junto con otros factores supone un riesgo en general para cualquier trastorno de alimentación.

¿Qué es la autoestima?
Para saber la posible relación que puede existir entre obesidad y autoestima es necesario saber en primer lugar, qué es la autoestima.
La autoestima es, como la misma palabra dice, es amor o la estima a uno mismo. El aprecio y el cariño que nos tenemos a nosotros mismos es fundamental porque va a ser una fuerza tremenda que sale de cada uno de nosotros y que nos mueve, nos anima a luchar por nuestros objetivos, nos cuida y nos protege de distintas situaciones negativas para nuestra persona.

¿Qué relación tiene quererse a uno mismo con no llegar a sufrir un trastorno de alimentación como la obesidad?
Partiendo de la base de que una persona cuida y se preocupa por todo aquello a lo que ama, si ese amor es hacia uno mismo, una de sus preocupaciones irá dirigida a autocuidarse en todos los sentidos. Por eso cuando la autoestima es buena, luchamos por conseguir las metas que creemos que nos pueden aportar felicidad, no nos dejamos vencer a la primera de cambio cuando no logramos nuestros objetivos, nos alejamos de las personas que pueden hacernos daño, no permitimos que nadie nos falte el respeto o nos humille, y como no cuidamos de nuestro cuerpo en todos los sentidos.

No quiere decir con esto que una persona con una buena autoestima siempre vaya a ser capaz de mantener su peso y sea algo inamovible, pero sí es cierto que estará más pendiente de sí misma, si un día se pasa con la comida, otro intentará cuidarse un poco más. Si engorda algo no se abandonará, sino que intentará perder lo que haya podido coger. No sentirá ansiedad o impulsos de los que luego se tenga que arrepentir y en definitiva será capaz de sacar las fuerzas necesarias para luchar contra las adversidades.

¿Como huir de los trastornos de alimentación?
Los consejos te pueden ayudar a mejorar tu autoestima y a evitar, con ello, desordenes de alimentación que puedan producir problemas como la obesidad:

Cuídate siempre: no te abandones a ti mismo, te necesitas y no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Si en algo te equivocas no des todo por perdido y sigue luchando. Es más fácil rectificar un error que dejarse llevar por él y terminar cometiendo otros tantos que luego tienes que enmendar.
La autoestima no se ve solo en los hábitos de alimentación, al menor síntoma de problemas en esta área, intenta potenciar con ayuda psicológica, haciendo cosas por ti o incluso simplemente conociéndote un poco más.
Si tienes problemas la comida no va a solucionar nada, al contrario, te estás metiendo en otro más grave aún.
Nunca es tarde para empezar a cuidarse.
Una persona es mucho más que su físico, si ves lo bueno que hay en ti sacarás fuerzas para luchar contra las adversidades.
Cualquier problema tiene solución excepto la muerte, la obesidad también es un problema con solución, y si crees en ti podrás con esto y mucho más.
No dependas de la opinión de los demás, no conocen tu vida, deja a un lado las críticas y comentarios y lucha por lo que tú quieres lograr.

Autor: María Jesús Adán
Psicóloga y directora del Centro Psicológico Adán

www.psicoadan.com

martes, 29 de septiembre de 2009


Cirugía bariátrica contra la diabetes
El 'bypass' gástrico se perfila como nueva arma terapéutica contra la diabetes, una enfermedad en crecimiento

Extirpar o circunvalar parte del aparato digestivo, un tratamiento ya estándar para determinados casos de obesidad, produce en enfermos no obesos con diabetes tipo 2 mal controlada una mejoría espectacular y casi inmediata en los síntomas de la enfermedad. Nace la cirugía metabólica como una alternativa terapéutica más para una de las enfermedades de mayor crecimiento en el mundo.


Autor: Por MALEN RUIZ

Los médicos se preguntan todavía por qué exactamente, pero los hechos están ahí. A los pocos días de realizar un tipo de puente gástrico, que consiste en la exclusión del duodeno, en un paciente obeso que además tiene diabetes 2, es muy probable que bajen espectacularmente los niveles de glucosa, incluso antes que se aprecie pérdida de peso y que se mantengan bajos. Así se pusieron los especialistas sobre la pista, pero el conocimiento acumulado les ha indicado que no es necesario que el paciente de diabetes 2 sea obeso para que se beneficie de la cirugía bariátrica, como se denomina genéricamente este tipo de operaciones.

El duodeno, en el punto de mira
El duodeno es el primer segmento del intestino delgado y en la operación se impide que la comida pase por él y por las inmediaciones del páncreas. Se sabe que la acumulación de grasas en el abdomen está relacionada con la manifestación de la diabetes tipo 2, y que el tratamiento de primera elección es la dieta y el ejercicio. Ahora se ha comprobado que el factor de localización de las grasas también se puede aplicar a la comida: si tiene un tránsito más rápido y además no pasa por el duodeno se reduce el desequilibrio metabólico propio de la diabetes.

Se han hecho ensayos también con otros tipos de cirugía bariátrica, desde hace años y casi siempre con pacientes obesos, pero parece que los mejores resultados se están obteniendo con la exclusión del duodeno. Un equipo internacional de cirujanos afirma que ha realizado la operación con efectos positivos en siete pacientes no obesos de diabetes 2, aunque los resultados todavía no se han publicado en revistas científicas.

Por ser un procedimiento agresivo, la intervención bariátrica sólo estaría indicada en algunos pacientes con diabetes de tipo 2
Uno de los integrantes del equipo, el italiano Francesco Rubino, de la Universidad Católica de Roma, ha señalado que las operaciones se han hecho en varios países en desarrollo y que se están realizando nuevos ensayos clínicos en muchos otros, incluidos Italia, Estados Unidos, Japón y China. Según este especialista, en el duodeno podría estar el origen de la señal metabólica que causa la resistencia a la insulina. «Esta señal molecular, que sería segregada en respuesta al paso de los nutrientes, está posiblemente exagerada o mal sincronizada en los pacientes diabéticos, impidiendo la regulación correcta de los niveles de insulina y de glucosa en la sangre», afirma.

Reducción del proceso metabólico
En el Hospital Río Hortega, de Valladolid, se ha querido profundizar en las causas de los efectos beneficiosos de la cirugía, y se han investigado la regulación hormonal y el perfil glucémico con y sin la operación. En una información publicada recientemente, los responsables de la Unidad de Apoyo a la Investigación del citado hospital explicaban que se trabajó con doce ratas diabéticas no obesas, importadas de Dinamarca, como modelo animal.

Los resultados indican que al pasar los alimentos por la región duodenoyeyunal se producen una serie de procesos hormonales que tienden a elevar los niveles de azúcar en la sangre. Con la reducción de este proceso metabólico se mejora el control glucémico. Los cambios hormonales que produce la cirugía implican un descenso significativo en los niveles de leptina (hormona producida mayormente por las células grasas) y, de forma más leve, de glucagón (que actúa en el metabolismo de los hidratos de carbono), indicaron los especialistas.

El movimiento en pro de la aplicación de la ya llamada cirugía metabólica, con todas las precauciones necesarias, ha llegado a los poderosos foros que suponen las reuniones de la Asociación Americana de Diabetes y la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos, en los cuales se ha pedido que se realicen todos los ensayos necesarios y se establezcan normas y protocolos para su aplicación. Por ser un procedimiento agresivo, sólo estaría indicada en principio en algunos pacientes con diabetes de tipo 2.

Según ha explicado el cirujano español, especializado en obesidad, Juan Carlos Ruiz de Adana a diversos medios de comunicación, la exclusión del duodeno está indicada por ahora únicamente para personas con diabetes mal controlada y que requieren mucha insulina. Ha habido casos de personas que han pasado de inyectarse 50 o 60 unidades de insulina a dejar de utilizarla en sólo 15 días, señala el especialista.

150 MILLONES DE PERSONAS

La diabetes tipo 2 es la enfermedad que más aumenta actualmente en el mundo. Está asociada al modo de vida occidental y, a diferencia de la diabetes tipo 1, se manifiesta en la edad adulta. Actualmente se estima que 150 millones de personas en todo el mundo sufren este trastorno, que se asocia a la obesidad en más de la mitad de los casos, y se estima que esta cifra aumentará de forma significativa en los próximos años.

Es una enfermedad progresiva y sin cura, que necesita un control continuo y se beneficia tanto de un diagnóstico precoz como de herramientas como una nutrición adecuada y el ejercicio físico. Si avanza la enfermedad el paciente tendrá que empezar a tomar insulina. El duodeno, objeto principal en la cirugía bariátrica para la diabetes, se extiende desde el píloro del estómago al yeyuno, segunda porción del intestino delgado. Recibe la bilis de la vesícula biliar, a través del conducto biliar común, y el jugo pancreático.

jueves, 24 de septiembre de 2009


Obesidad y depresión: encontrando salida
Por la Lic. Fernanda Bolli



Muchas veces el hecho de verse mal, sentirse mal con su cuerpo, (al contrario de lo que algunos piensan) no alcanza para tomar la decisión de emprender un camino para estar mejor.

Pero ¿Por qué sucede esto?. La realidad es que muchos ya no saben como, ya probaron una y mil veces, se chocan con la impotencia de no saber porque las supuestas soluciones que antes encontraron fueron momentáneas. Sucede que cuando una problemática se hace crónica, provoca un desgaste psíquico que lleva a la depresión. No pudiendo disfrutar de nada. El sentimiento depresivo hace pensar que no hay salida posible. El lógico que después de buscar diferentes soluciones, de intentar y caer, uno sienta esa sensación de frustración que baja la estima de sí mismo, entonces se siente cada vez peor, se ve cada vez peor, se valora cada día menos.

Por eso no es sólo bajar de peso, sino es también revisar los aspectos psicológicos asociados a cada caso en particular, siendo más concientes del porque de las cosas y de esta manera obtener soluciones verdaderas, más auténticas.

A nivel psicológico se puede decir que el obeso es un ser que está bloqueado, esto quiere decir que no puede desplegar sus recursos personales, descubrir sus deseos, relacionarse plenamente con otros. Es difícil ver otra cosa cuando todo pasa por la comida.

Si come cuando se siente mal, la comida es un consuelo.

Si come cuando se siente bien o contento por algo, la comida es la companía

Si come cuando está con bronca o enojado consigo mismo, la comida es un castigo.

Si se come cuando algo le sale bien. la comida es un premio.

Entonces TODO es la comida, y se limitan las posibilidades de disfrutar y descubrir otras cosas placenteras, de descubrirse uno mismo, de ampliarse.

Todos tenemos aspectos vulnerables, somos sensibles a determinadas situaciones o problemas, pero también podemos aprender a cuidarnos, valorarnos, contenernos y sostenernos en los momentos difíciles.

¿Cómo?
Desarrollando las fortalezas, reencontrándose con uno mismo, construyendo y desplegando recursos internos .

Algunas ideas para repensar:

Acompañarse y cuidarse....desde el amor propio y no desde el deber. Sentir las conductas saludables como actos de amor a uno mismo.

Disfrutar de otras cosas que no sean la comida, regalarse algo que no sea comida.

Conocerse para saber que tesoros hay escondidos en el interior.

Conectarse con las emociones, los deseo, las sensaciones.

http://www.diet22.com.ar/obesidad_depresion.htm

lunes, 21 de septiembre de 2009


Los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares disminuyen mediante la práctica de ejercicio de forma regular -------------------------

Por Manuel Sotillo Hidalgo *
La evidencia de la relación entre la práctica regular de ejercicio físico moderado y la salud es irrefutable. Esta práctica moderada de ejercicio físico, según las revisiones bibliográficas consultadas, supone una demostrada efectividad en el fomento de una buena salud a largo plazo, pues, entre los beneficios que puede producir cabe citar los siguientes:

Fomenta la sensación de bienestar: incluso un breve periodo de ejercicio físico contribuye a desarrollar una sensación de bienestar y una imagen corporal positiva.

Aumenta la resistencia y refuerza la energía: la actividad física moderada y regular desarrolla resistencia y proporciona reservas de energía.

Alivia el estrés y la tensión: el ejercicio físico reporta efectos psicológicos y fisiológicos importantes que mejoran el humor y autoestima y reducen la ansiedad y el estrés.

Fomenta la relajación y el equilibrio mental: las pruebas demuestran que el aumentar la resistencia a la fatiga gracias al ejercicio practicado con regularidad ayuda al individuo a enfrentarse a situaciones tensas.

Beneficia el control del peso: una dieta sensata y el ejercicio físico practicado regularmente ayudan a controlar el peso.

Ayuda a mantener la agilidad y flexibilidad: la actividad física regular y variada que abarque distintos grupos musculares contribuye a la flexibilidad.

Mejora la situación cardiovascular: al mejorar la condición física, disminuye la frecuencia cardiaca, mejora la respiración, el riesgo de cardiopatías coronarias disminuye y es posible reducir la hipertensión.

Retrasa la aparición de la osteoporosis: la actividad física practicada de forma regular contribuye a fortalecer los huesos y reduce la incidencia de osteoporosis.

En la práctica de ejercicio físico desempeñan un importante papel varios factores: . La motivación y confianza en nuestra capacidad para el ejercicio son los factores que más nos predisponen para realizar ejercicio físico. Por el contrario, los factores que nos predisponen al abandono o la no iniciación en la actividad física incluyen la falta de conocimiento, la creencia de que el ejercicio no es necesario y las actitudes negativas hacia el ejercicio.

. Los factores que más nos habilitan para el ejercicio físico son una selección flexible de los objetivos, la posibilidad de aumentar diariamente la actividad física y a la vez de realizar sólo ejercicios moderados, menos fatigosos. Los factores que nos impulsan a una actividad física continuada son la accesibilidad y facilidades para la práctica de ejercicio, costes reducidos y entorno adecuado para el ejercicio físico.

Los factores que refuerzan la disposición para la actividad física continuada incluyen:

Las experiencias positivas obtenidas con la práctica de ejercicio que mejoran la sensación de bienestar;

El apoyo de la familia y cónyuges;

Asesoramiento y recomendaciones formuladas por los responsables de la vigilancia de la salud;

Los mensajes publicitarios y los medios de comunicación que muestran de forma positiva el ejercicio físico.

* Médico Consultor Especialista en Medicina Interna. Mi interés y aportación se centran en el asesoramiento y orientación diagnóstico terapéutico desde una perspectiva medico - humanista. Especialmente dedicado a la detección de la pluripatología clínica (física, psicológica y conductual) por Estrés.

Miembro de la Sociedad Española de Medicina Interna.

Miembro de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés.

Conferenciante. Autor de artículos y publicaciones. Ponente en congresos autonómicos, nacionales e internacionales.

Master en Valoración del Daño Corporal y Pericia Médica.

Perito Judicial del Real e Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Sevilla.

jueves, 10 de septiembre de 2009


Cirugía
de la obesidad: 40% no tiene
resultados por falta de seguimiento



Un 40% de los pacientes no obtiene buenos resultados debido a la falta
de seguimiento post-operatorio por parte de un equipo
multidisciplinario.

La continuidad de la disciplina
nutricional y la realización de actividad física son las principales
dificultades para el paciente luego de la
intervención.

Una vez que el paciente ha sido intervenido, es necesaria no sólo la
supervisión quirúrgica sino también un seguimiento a nivel
nutricional, clínico y psicológico.

En la Argentina se estima que entre 800.000 y
1.200.000 personas padecen lo que se denomina "obesidad mórbida": un nivel crítico de obesidad con un exceso de peso superior
a los 35 kg que tiene implicancias físicas, psicológicas y sociales.

Para estos pacientes la única opción efectiva para
bajar de peso, mantener ese peso descendido y mejorar las
enfermedades asociadas es la cirugía de la obesidad o "bariátrica".

Sin embargo, se estima que cuando no existe un seguimiento
apropiado por parte de un equipo multidisciplinario compuesto
por médico nutricionista, psicólogo,
endocrinólogo y el propio equipo quirúrgico tanto en la etapa previa
como posterior a la intervención, casi el 40% de los pacientes
sometidos a alguna de las técnicas quirúrgicas bariátricas no
obtiene los resultados esperados.

"Una vez que el paciente ha sido intervenido,
es necesaria la supervisión no sólo del equipo quirúrgico para
detectar cualquier complicación que pudiera aparecer; sino que es
también fundamental el
seguimiento o "follow up" a nivel nutricional, clínico,
endocrinológico y psicológico", explica el
doctor Ezequiel Fernández, médico cirujano y Director Médico del
Centro de Rehabilitació n Quirúrgica de la Obesidad.

La
nutricionista es quien supervisa que el paciente en
la etapa temprana post quirúrgica ingiera una dieta balanceada en
nutrientes. El objetivo principal es evitar que se produzca una
carencia de nutrientes ya que muchos de ellos son imprescindibles
para un metabolismo celular equilibrado; y debe lograr además que la
dieta contenga un contenido calórico que le permita al paciente el
descenso de peso y que a la vez no sea extremadamente baja en
calorías. Las dietas muy bajas en calorías en general no son muy
sustentables a mediano y/o largo plazo.

Por su parte, el control clínico
apunta básicamente a controlar todas aquellas enfermedades asociadas
que padece el paciente (hipertensión, hipercolesterolemia o
diabetes, entre otras); para muchas de las cuales ya se encontraba
medicado. El médico clínico decidirá cuando comenzar a suspender las
medicaciones utilizadas para combatir esas enfermedades y será el encargado junto con el
médico nutricionista, de detectar carencias
nutricionales en el paciente.

El abordaje psicológico es otro de los
aspectos principales de un correcto seguimiento multidisciplinario
luego de una intervención bariátrica. "El abordaje del paciente con
obesidad mórbida desde un equipo interdisciplinario toma en cuenta
no sólo su problemática orgánica -que incluye los factores de riesgo
asociados-, sino también las implicancias psicológicas y emocionales
que están en juego. Estas se presentan siempre asociadas y sus
repercusiones alcanzan a su entorno familiar, de amigos,
profesional y laboral. Muchas veces esta conflictiva deviene
en una baja de la autoestima, un aumento de la ansiedad y de
sentimientos de inadecuación frente a los demás", afirma la
licenciada Patricia Alkolombre, psicóloga del Centro de
Rehabilitació n Quirúrgica de la Obesidad.

Una vez que el paciente toma contacto con el
equipo multidisciplinario, hay un primer período que abarca la
evaluación inicial le permite ir tomando contacto con los distintos
profesionales y su modalidad de trabajo conjunto. "El abordaje
psicológico del paciente que padece obesidad mórbida implica una
evaluación previa a la cirugía - la admisión- a través de un
psicodiagnóstico individual- y un seguimiento posterior a la misma
que se realiza preferentemente en forma grupal a lo largo de un año.
La evaluación diagnóstica permite identificar los recursos internos
con los que cuenta el paciente y poder determinar si está en
condiciones anímicas de hacer frente a este proceso o debe buscar
otra alternativa terapéutica." , explica
Alkolombre.

Otros de los aspectos fundamentales del
seguimiento post-quirúrgico es la participación en grupos de
autoayuda y la implementació n de actividad física. En
dichos grupos, coordinados por psicólogos y nutricionistas los
pacientes relatan sus vivencias, sus obstáculos, sus satisfacciones
y sus dificultades para mantener el tratamiento y la manera que lo
superan.

"Dentro del seguimiento la dinámica grupal genera un clima
emocional que junto a los diálogos e intercambios entre los
integrantes del grupo, permite tomar una mayor conciencia de la
conflictiva post-quirúrgica y sus cuidados. La interacción
con otros pacientes que están atravesando una situación similar,
brindar testimonio y conocer el de los demás brinda nuevas
perspectivas y recursos en esta etapa", detalla la
psicóloga del equipo multidisciplinario del Centro de
Rehabilitació n Quirúrgica de la Obesidad.

Según datos de este centro, la continuidad de la disciplina
nutricional y la realización de actividad física son las principales
dificultades para el paciente luego de la
intervención.

Una vez superada la etapa post-
operatoria inmediata, el paciente comienza con una dieta equilibrada
de no muy bajas calorías (entre 1.100 y 1.400 calorías), donde es
importante que comprenda que debe mantener ese ritmo
nutricional para comenzar a descender de
peso. "Hay que tranquilizar al paciente, ya
que una vez descendido el exceso de peso podrá
paulatinamente ir cambiando su dieta y acercando la misma a
una dieta más normal en términos calóricos. En un premier
momento el paciente debe `descargar' todo su exceso de peso y esto
se logra con una dieta hipocalórica- equilibrada e implementando
actividad física", aclara el cirujano Ezequiel Fernández.

La
actividad física que se realice luego de la intervención quirúrgica,
debe estar siempre supervisada por profesionales ya que son muy
comunes las lesiones articulares en este tipo de pacientes. "Al
comenzar a descender de peso no se sienten tan limitados como antes
para la realización de ejercicios físicos, pero su organismo luego
de tantos años de inactividad no se encuentra aún preparado para esa
exigencia. Es por eso que cuando se exceden con la actividad se producen las
lesiones", concluye Fernández.

Sobre la
cirugía bariátrica
La cirugía bariátrica o de la
obesidad se realiza en aquellos pacientes que padecen obesidad
severa o mórbida, que a través de las dietas y/o tratamientos
clásicos no han podido descender y mantener el peso descendido a
largo plazo.

Es una técnica que se realiza hace más de 40 años. Las
técnicas que se utilizan actualmente son mínimamente invasivas o
laparoscópicas, con pequeñas incisiones en el abdomen (menores a 1
cm) que disminuyen el trauma quirúrgico, el dolor post-operatorio y
la recuperación con un rápido retorno a la actividad laboral
diaria.

Las técnicas quirúrgicas restrictivas más utilizadas son la
banda gástrica ajustable y la llamada gastrectomía tubular o "sleeve
gastrectomy" que se realiza mediante laparoscopía.
En la gastrectomía tubular se extrae del organismo el sector del
estómago que puede albergar el volumen más importante de comida, lo
que genera en el paciente una sensación de saciedad muy rápidamente
cuando comienza a ingerir alimentos. Esta técnica comenzó a
utilizarse en los Estados Unidos como primer tiempo de un
procedimiento mucho más complejo; pero frente a sus buenos
resultados ,con excelente descenso de peso y corrección de
enfermedades asociadas como hipertensión arterial, diabetes y
dislipemias severas a mas de 4 años, comenzó a utilizarse como
procedimiento de elección en miles de pacientes que padecen
obesidad mórbida ya que no causa los trastornos nutricionales que
pueden aparecer en pacientes a los cuales se les ha realiza un
bypass gástrico, es menos agresiva, no se secciona el intestino
delgado y no altera el recorrido fisiológico normal del alimento
dentro del tubo digestivo.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Cuadro Orientativo sobre la obesidad

martes, 1 de septiembre de 2009



Alarmantes niveles de obesidad infantil
BBC Ciencia




El aumento en la obesidad infantil en el mundo ya ha alcanzado niveles alarmantes, incluso en los países en desarrollo.


En el mundo hay unos 150 millones de niños obesos y con sobrepeso.
Y según una nueva investigación este incremento no sólo está teniendo consecuencias enormes en diabetes y trastornos ortopédicos en los niños, sino está causando también daños en las arterias similares a los que se ven en los adultos.

Se calcula que actualmente hay más de 1.000 millones de personas obesas y con sobrepeso en el mundo, y 22 millones de éstas son menores de cinco años.

Según el estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, que se celebra en Barcelona, España, hasta 50% de esos niños podrían estar sufriendo ateroesclerosis -la acumulación de placas de grasa en las arterias.

Se sabe que una de las principales causas del aumento en el sobrepeso y la obesidad infantil es el alto consumo de grasas y calorías, aunado a una reducción en los niveles de actividad física.

Hasta ahora, el sobrepeso y obesidad en los niños ha estado asociado al desarrollo de enfermedades cardiovasculares como diabetes, hipertensión y altos niveles de colesterol, trastornos que juntos contribuyen al llamado "síndrome metabolico".

Pero en el nuevo estudio los científicos de la Universidad de Leipzig, Alemania, encontraron que hasta 50% de los niños obesos podrían también tener daños en las arterias similares a la ateroesclerosis que se ve en los adultos.

Disfunción arterial
La función normal de las arterias depende del equilibrio entre los factores de relajación y contracción que produce el endotelio, el recubrimiento interno de los vasos sanguíneos.

El resultado más importante de nuestro estudio fue que la función del endotelio en las arterias del antebrazo mostraba las mismas deficiencias que se ven en adultos con insuficiencia cardíaca crónica. ¡Y esto en niños obesos de 12 años!
Dra. Sandra Erbs
Pero este equilibrio -que permite el intercambio de nutrientes y desechos- se ve alterado cuando existen otras enfermedades como diabetes o hipertensión.

Y el mal funcionamiento del endotelio puede conducir a la formación de depósitos de grasa en las arterias, la ateroesclerosis.

Los expertos de la Universidad de Leipzig querían investigar si la obesidad infantil está asociada al mal funcionamiento del endotelio y por lo tanto a los riesgos de sufrir las primeras etapas de ateroesclerosis.

Los investigadores estudiaron a 80 niños obesos y con sobrepeso de una edad promedio de 12 años y a 60 niños de peso normal.

Les tomaron muestras de sangre para determinar sus niveles de colesterol y llevaron a cabo una prueba de "tolerancia de glucosa" para medir sus niveles de glucosa en la sangre tras el consumo de azúcar, una prueba que detecta alteraciones de diabetes.

Posteriormente llevaron a cabo mediciones no invasivas de la capacidad de relajación del endotelio en el antebrazo.

Glucosa y colesterol
Los investigadores descubrieron que en promedio los niños obesos y con sobrepeso padecían síntomas de "prediabetes", con niveles de glucosa más altos que lo normal pero que todavía no alcanzan niveles diabéticos.


La grasa obstaculiza la función normal del endotelio.
Además, tenían una alta concentración de colesterol LDL (colesterol malo) y su colesterol "bueno" o HDL era mucho más baja que la de los niños de peso normal.

"Descubrimos que casi todos los componentes del síndrome metábolico eran evidentes en la población de niños obesos", dicen los autores.

"Pero el resultado más importante de nuestro estudio fue que la función del endotelio en las arterias del antebrazo mostraba las mismas deficiencias que se ven en adultos con insuficiencia cardíaca crónica".

"¡Y esto en niños obesos de 12 años! Encontramos una clara relación entre el grado de obesidad y las deficiencias de la función endotelial: entre más alto el peso corporal, peor la función de la arteria", expresan los científicos.

Según ellos, no es de sorprender que estas "alteraciones desastrosas" en las arterias de los niños obesos resulten en ateroesclerosis que a su vez está conduciendo a infartos al miocardio y derrames cerebrales en adultos cada vez más jóvenes.

"Por eso -afirman los investigadores- es urgente comenzar las estrategias de prevención de obesidad en los primeros años de la niñez para revertir las actuales tendencias".

"Estas estrategias deben incluir, los factores medioambientales, la actividad física y la dieta y deben iniciarse en el hogar y en las instituciones preescolares, escuelas y guarderías para poder influir en toda la población infantil".

La Organización Mundial de la Salud calcula que para el año 2015 habrá en el mundo 2.300 millones de adultos con sobrepeso y obesidad.

viernes, 28 de agosto de 2009


FACTORES DE RIESGO


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Dudas sobre cómo tratar a los obesos fumadores
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MARÍA SAINZ
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La obesidad y el tabaquismo son causas probadas de enfermedad y muerte, por eso cada vez más políticas pretenden combatirlas. Pero cuando estos dos factores de riesgo confluyen en la misma persona los especialistas no tienen muy claro si deben actuar sobre uno o los dos a la vez. Así lo refleja una investigación en 'British Medical Journal'.

Se tomó como punto de partida los datos de una encuesta realizada en 2002 a 29.305 sujetos mayores de 18 años. Con estos datos, los expertos señalan que un 23,5% era obeso, un 22,7% fumaba y un 4,7% presentaba los dos factores de riesgo. En esta última cifra estaba incluidas mayoritariamente personas con poco recursos y niveles de educación bajos.

"Aunque la proporción de adultos que fuman y son obesos en EEUU es relativamente baja (4,7%), el número total es de nueve millones. Cada condición supone un riesgo independiente para la salud y la presencia de ambas podría tener riesgos incrementados, pero poco se sabe sobre su mejor tratamiento", resalta el trabajo.

Los especialistas suelen recomendar, como norma general, el abandono del tabaco por encima de la posibilidad de ganar peso. Se supone que los beneficios de suspender el hábito superan con creces los inconvenientes de engordar unos kilos. Y se cree que si se intenta modificar varios comportamientos saludables a la vez la estrategia no logrará eficacia.

En las poblaciones obesas, la decisión no parece tan obvia. Según comentan los autores de este nuevo estudio, los expertos desconocen si estos fumadores engordarían más, menos o igual que el resto. Y tampoco saben si restringir la ingesta de determinados alimentos, mientras intentan abadonar el consumo, podría aumentar recaídas.

Por lo tanto, para tratar a las personas obesas que fuman -que en EEUU son nueve millones- los autores recomiendan seguir investigando. "Los ensayos clínicos deberían medir los efectos de los programas dirigidos simultaneamente a frenar el consumo de tabaco y controlar el peso".

Combatir la obesidad

Por otro lado, un editorial publicado en 'The Lancet' señala que "actualmente, por lo menos 1,1 billones de adultos y el 10% de los niños tienen sobrepeso o son obesos, lo que provoca un descenso en las expectativas de vida debido a la enfermedad cardiovascular, la diabetes tipo 2 y algunas clases de cáncer".

"La única región del mundo en la que la obesidad no es común es África subsahariana; si bien, en el resto de lugares la obesidad está unida a la pobreza y a ser mujer", comenta su autor.

El documento refleja algunos de los pasos dados para promover el ejercicio físico y la alimentación sana como forma de combatir la epidemia. Sin embargo, aclara que todavía ningún sistema sanitario está abordando los retos para controlar la obesidad y ninguna sociedad ha desarrollado una estrategia eficaz para prevenirla.

"Es esencial la existencia de un férreo liderazgo gubernamental para conducir los necesarios cambios políticos [...] en forma de acuerdos que afecten a los departamentos de gobierno, los medios, la industria alimenticia y los sectores de ocio y comercio", concluye.

Fuente: Diario "El Mundo", España

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martes, 25 de agosto de 2009


Sugerencias de ejercicios para los niños con diabetes
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El equipo del cuidado de la salud para la diabetes de su hijo, le ofrecerá sugerencias específicas para ayudarle a alistarse para hacer ejercicios o comenzar un deporte, pero aquí están algunos consejos para los niños y adolescentes con diabetes:
. Ajustar los horarios de la prueba de sangre: El doctor de su hijo indicará cualquier cambio en la frecuencia u hora de las pruebas de sangre cuando su hijo haga ejercicios.

. Tomar la insulina a tiempo: El doctor de su hijo podría recomendar un cambio de la dosis de insulina para el ejercicio o deporte. Si su hijo se inyecta la insulina, sería bueno evitar la parte del cuerpo que más se usa en su deporte particular (como inyectar en la pierna inmediatamente antes de la práctica de fútbol). Esto puede causar que la insulina se absorba más rápidamente, incrementando el riesgo de hipoglucemia. Si su hijo lleva una bomba de insulina, asegúrense que no le incomode para el ejercicio y que no se desconecte o dañe. Consulte con el doctor sobre lo que debe hacer si su hijo necesita o quiere quitarse la bomba durante el ejercicio.

. Comer bien: El grupo de personas al cuidado de su hijo también le ayudará a ajustar los planes de las comidas de su hijo para proveer la energía extra necesaria durante el ejercicio. Por ejemplo, el equipo del cuidado de la salud quizás recomiende bocadillos extras antes, durante o después del ejercicio. Anime a su hijo a que sea estricto con las recomendaciones y explíquele las consecuencias de no seguirlas, como la disminución del azúcar en la sangre. Además de los síntomas que éste pueda causar, la hipoglucemia puede interferir con la actuación de su hijo en los deportes y su habilidad de participar. Los niños, especialmente, los adolescentes, pueden ser tentados a intentar estrategias, como consumir muchos carbohidratos antes de correr o reducir la cantidad de calorías o agua para lograr un peso liviano para una lucha libre. Estos tipos de comportamiento pueden producir problemas para la gente con diabetes, porque pueden aumentar la probabilidad de híper glucemia o hipoglucemia.

. Traer bocadillos y agua: Si su hijo está jugando fútbol americano en la escuela o nadando en su patio, él o ella debería siempre tener bocadillos y agua a la mano. El consumo rápido de azúcar le ayudará si el nivel de azúcar de su hijo desciende demasiado, y el tomar agua le ayudará a prevenir la deshidratación.

. Alistar una mochila: Aliste los suministros de las pruebas, medicamentos, una pulsera médica de alerta, información sobre los contactos de emergencia, y una copia del plan de control de la diabetes si su hijo hace ejercicio lejos de casa. Si usted guarda estas cosas en una mochila especial u otra bolsa, le ayudará para que no tenga que empacar y desempacar cada vez que su hijo salga.

. Informe a los entrenadores: Si su hijo participa en deportes organizados, infórmeles a los entrenadores sobre la diabetes de su hijo. Déles instrucciones escritas para que puedan responder a los problemas. Ellos también deben comprender que su hijo pueda tener la necesidad de tomar algunas decisiones como consumir un bocadillo o inyectarse insulina- para controlar la diabetes antes, durante o después de un partido.

. Tomar el control: Los niños con diabetes necesitan tomar el control de su propia salud. A veces, esto presenta un desafío cuando son supervisados por una figura de autoridad como un maestro o entrenador frente a un grupo de niños. Ayúdele a su hijo a entender que el control apropiado de su diabetes quizás signifique la interrupción a un maestro o entrenador, y eso está bien. Su hijo debe sentirse libre de detenerse en la práctica durante un deporte o ejercicio para poder atender las necesidades de su diabetes, como consumir un bocadillo por los síntomas de la disminución del azúcar o chequear su nivel de glucosa en la sangre.

Con la aprobación del doctor de su hijo, con un plan claro para prevenir y controlar los problemas y alguna preparación avanzada, ¡Su hijo puede cosechar los muchos beneficios que traen la participación en los deportes y el ejercicio!

Revisado por: Steven Dowshen, MD *

Fecha de revisión: julio de 2009

Steven Dowshen, MD

Chief Medical Editor, KidsHealth - Nemours Center for Children's Health Media

Pediatric Endocrinologist - Division of Endocrinology

Alfred I. duPont Hospital for Children .Wilmington, DE (USA)

Famosos con Diabetes:

Woody Allen: Al recibir el Premio Príncipe de Asturias en el 2002 dijo: 'Yo no me merezco este premio, pero tengo diabetes y tampoco me lo merezco'.

Aida Turturro: La mala y feroz hermana del gángster más famoso de la televisión estadounidense. Janice Soprano se dedicará ahora a educar sobre la diabetes.

B.B. King: El guitarrista y leyenda del blues ha vivido con diabetes por casi diez años y ha sido un activo portavoz de las campañas de lucha contra la diabetes.

David Wells: El abridor de los Dodgers ha sido diagnosticado de diabetes tipo 2 . Aunque por esta condición ha cambiado drásticamente de estilo de vida continuará jugando en su equipo actual.

Don Francisco: Aunque el popular presentador tiene que vivir medicado, no ha permitido que la diabetes interrumpa sus actividades. Fue nombrado Campeón de la Salud de la OPS.

Elvis Presley: El Rey del Rock padecía diabetes tipo 2.

Ernest Hemingway: El genial escritor estadounidense padecía, al igual su padre, de diabetes.

H. G. Wells: Notable novelista y filósofo británico. Uno de los pioneros en la literatura de ciencia ficción y autor de La guerra de los mundos era diabético.

Halle Berry: La ganadora del Oscar ha aprendido a lidiar con su enfermedad. Ha participado en la Campaña Nacional de Educación sobre Diabetes.

Joe Frazier: Boxeador, campeón del mundo de los pesos pesados y diabético.

Johnny Cash: El legendario cantante de música country (el Hombre de Negro) .

José Feliciano: El músico puertorriqueño, diagnosticado con diabetes tipo 2, se ha convertido en un portavoz y un ejemplo de vida para los miembros de la comunidad hispana que padecen esta enfermedad.

Liz Taylor :La legendaria diva de los ojos violeta padece diabetes. Con 75 años no deja de participar en campañas e favor de la lucha contra el cáncer y el SIDA.

Marcello Mastroianni :Ícono del cine italiano contemporáneo era diabético.

Neil Young: El músico canadiense arrastra la enfermedad desde su juventud.

Ray Kroc: El fundador McDonald, el paradigma de la comida rápida era diabético.

Robert Parker

vidapositiva.com

miércoles, 5 de agosto de 2009


Hábitos saludables

Al pensar en salud lo primero que se viene a la mente es la ausencia de enfermedad por lo que salud es para muchos simplemente no estar enfermo.

La salud no debe ser entendida únicamente como ausencia de enfermedad y es por ello que la Organización Mundial de la Salud (OMS), la define como "un estado de completo bienestar físico, mental y social y no apenas ausencia de enfermedad".

Estar sano se trata de aprovechar la vida al máximo y de manera activa.
De ahí la importancia de no solo hacer ejercicio y alimentarse saludablemente, sino también prestar atención a aspectos como la actitud mental, la relación con las demás personas, controlar el estrés, etc.

Existe la creencia común de que las personas felices y positivas gozan de mejor salud. Numerosos estudios han establecido una clara relación entre una actitud mental positiva y una buena salud física.

Aquellos que aman la vida y que saben vivir se enferman menos.
Hoy se sabe que muchísimos padecimientos físicos son producto de conflictos emocionales.


Paso a paso


Una buena salud depende también de:


Recreación: dedíquese tiempo para usted y los suyos. Regálese espacios para hacer lo que más le gusta. Buena higiene: mantenga una buena higiene personal y no se descuide a la hora de manipular los alimentos. Hábitos saludables: evite el fumado y las drogas, el exceso de licor, el sedentarismo, entre otros. Consultar a tiempo: lo ideal es realizarse un chequeo médico completo al año. Si se siente mal de salud no deje de consultar, busque ayuda médica, no dude en invertir en salud. Vacúnese. Buscar ayuda: recuerde que es muy válido pedir, buscar ayuda. Balancear: en la vida todo tiene un balance, no olvide que hay tiempo para todo, equilibre. Mantenerse activo mentalmente: esté dispuesto a adquirir nuevos conocimientos diariamente, así como se debe ejercitar el cuerpo debe hacerse lo mismo con la mente. Comunicarse correctamente: aprenda a comunicar lo que le gusta y lo que le desagrada, recuerde que hablando se entiende la gente. Buena información: la información correcta puede hacer la gran diferencia; trate siempre de asesorarse lo mejor posible. Edúquese en temas de salud, busque buenos libros y revistas. No automedicarse: los medicamentos mal administrados se convierten grandes enemigos. Evitar factores ambientales nocivos: no se exponga al sol en exceso y protéjase del humo, del ruido, etc.

A examen

Examine su estilo de vida. Cuantas más respuestas afirmativas obtenga, más sano estará. Si tiene alguna respuesta negativa debería intentar corregir la situación:

1. ¿Come principalmente alimentos frescos, sin procesar?
2. ¿Su peso es el adecuado en relación con su altura?
3. ¿Es usted no fumador o ha dejado de fumar?
4. ¿Bebe con moderación?
5. ¿Sabe dejar a un lado las preocupaciones y relajarse?
6. ¿Pasa parte de su tiempo con amigos y familiares?
7. ¿Puede subir tres tramos de escaleras sin acabar jadeando y sin aliento?
8. ¿Sale a dar un paseo, juega con sus niños, trabaja en el jardín, baila, va al gimnasio, limpia la casa o realiza otras actividades energéticas al menos dos veces al día, cinco días a la semana?
9. ¿Se duerme rápidamente por la noche y descansa bien?
10. ¿Se siente activo y con ganas de empezar el día cuando se despierta por la mañana?

FUENTE: Tomado del Manual de Enfermedades Comunes, Medicina Complementaria y Alimentación Sana, del Dr. David Peters.

Amor propio

Para lograr una buena salud:

Quiérase, ello implica respetarse, tener dignidad, no castigarse. Organícese, establezca prioridades en su agenda. Sonría. Aprenda a elegir sus amistades, rodéese de personas positivas, alegres, de hábitos saludables. Sea humilde; si es necesario; pida perdón. Disfrute de su baño diario. Aprenda a escuchar. Viva intensamente cada momento. Ubíquese, sea realista. Concéntrese en una cosa a la vez.