miércoles, 11 de enero de 2012


¿Por qué la conexión entre tiempo de sueño y el peso?

Cuando uno está cansado por no dormir lo suficiente, se puede estar menos inquieto y quemar menos calorías, pero una explicación más probable es el efecto de la privación de sueño sobre las hormonas.

Hormonas, dormir, y peso
Los adipocitos (sus "células gordas") liberan leptina al torrente sanguíneo para señalar un depósito suficiente de grasa; la leptina entonces actúa como un supresor natural del apetito. El estómago libera grelina cuando está vacío para señalar hambre. (Esto está sobre-simplificado; se sospecha que la grelina se asocia con la regulación del peso corporal a largo plazo - los niveles son más altos en las personas obesas que el las personas delgadas).

La privación de sueño baja los niveles de leptina y aumenta los niveles de grelina. Es un golpe doble de las hormonas que le hace querer comer más. El cerebro está recibiendo señales de que el cuerpo está hambriento, entonces se muere por comer.

La falta de sueño afecta a la leptina y a la grelina; dormir tiempos cortos (4 horas por noche o menos) resulta en niveles más bajos de leptina y niveles más altos de grelina en el plasma sanguíneo. Con la pérdida de sueño, la baja leptina y la alta grelina pueden dar señales poderosas dobles de que el cuerpo tiene un déficit de energía, aumentando entonces la ingesta de comida. (Ref)

Otras hormonas están íntimamente ligadas con ambos el sueño y el peso. Una interacción recíproca de la hormona liberadora de la hormona de crecimiento (GHRH, del inglés "growth hormone releasing hormone") y la hormona liberadora de corticotropina juega un rol en los patrones de sueño. Se ha mostrado que grelina, galanina y neuropéptido Y promueven el dormir.

Adicionalmente, el sistema orexina (hipocretina) en el hipotálamo juega rol en la interacción entre dormir y el apetito. Los niveles de orexina influencian la liberación de leptina, que por su parte regula el apetito y el peso y dice al cerebro cuánta energía tiene el cuerpo. Los científicos no entienden completamente todas estas interacciones. Hay muchos sistemas y ciclos competitivos en el cuerpo. Un mejor entendimiento de estos sistemas puede resultar en nuevas avenidas para encarar la epidemia de desórdenes del sueño y la epidemia de obesidad.

Se ha planteado la hipótesis de que hay razones evolutivas para esta conexión. La Madre Naturaleza nos ha programado para almacenar grasa en el verano con anticipación a la escasez de comida en el invierno. El tiempo veraniego tiene noches más cortas y días más largos - la gente tiende a dormir menos durante el verano - así el cuerpo interpreta estas señales circadianas como un tiempo para aumentar los depósitos de grasa.

Los científicos ahora han establecido definitivamente el enlace. Existe un gen controlado por el reloj circadiano que regula el dormir/despertar y este mismo gen también contribuye a los depósitos de grasa.

Este resultado viene de ensayos con animales. Cuando los investigadores apagaron el gen reloj en ratones (mediante ingeniería genética), los ratones no ganaron peso con una dieta alta en calorías comparados con un grupo control. Las vías metabólicas de la glucosa y los lípidos estaban perturbadas. Los ratones genéticamente modificados no almacenaron grasa en la misma magnitud. Un ensayo con humanos muestra resultados similares.

¿RAZONES EVOLUTIVAS?
Una potencial explicación para la relación entre sueño y peso relaciona los cambios estacionales del tiempo diario de luz con la disponibilidad de comida. Nuestros ancestros comían más en el verano cuando la comida era abundante. Ellos también dormían menos con las noches cortas. Durante el invierno, el cuerpo acortaba el consumo de alimento debido a menos recursos comestibles en el ambiente y dormía más para conservar energía.
http://www.sleepdex.org