domingo, 23 de febrero de 2014

Terapia Gestalt para el tratamiento de la Obesidad

(fragmento)
Objetivos de la terapia

- Darse cuenta de los beneficios de la enfermedad.
Los beneficios de la enfermedad pueden ser muchos y variados. No resulta siempre sencillo
descubrirlos y, a veces, lleva bastante tiempo sacarlos a la luz. De todas formas, es
fundamental centrarse en este aspecto para que el paciente comience a ver cuál es el camino
que debe recorrer. Si uno de los beneficios es, como ejemplo, “llamar la atención” el trabajo
será darse cuenta de cómo hace para llamar la atención, a quién quiere más concretamente
atraer, que necesidad hay detrás, qué coste paga y si lo consigue. Esto le ayudará a mirar cara 12
a cara su enfermedad. Enfrentándose a ello podrá, lentamente, recorrer un camino más
adecuado y menos costoso.

- Trabajar aspectos emocionales y cognitivos:
Promover el darse cuenta emocional y la expresión de los mismos. Ayudarle a delimitar su
espacio para que se de cuenta los límites que necesita establecer entre ella y el medio. Trabajar
el valor que le da a la delgadez, las expectativas que invierte en su físico. Aprender a tolerar la
ansiedad, la angustia, la tristeza, el dolor, la ira, sentimientos “negativos” de los cuales huye.
Incrementar la tolerancia a la frustración. Trabajar la dificultad para el desarraigo, la
autonomía, la resistencia a crecer, la tendencia a la dependencia. Trabajar la baja autoestima.
Confrontar los patrones extremistas de pensamiento, la necesidad de control, exigencias y
perfeccionismo.

- Trabajo con el síntoma:
No intentamos eliminar el síntoma desde el comienzo de la terapia, sino que dedicaremos un
tiempo a la escucha, a recibir lo que el síntoma tiene para decir. Lo que haremos será
descentrarlos de la comida, de la enfermedad, del síntoma en sí mismo, para intentar, por el
contrario, descifrar el mensaje del síntoma. Poco a poco, será el propia paciente quien sienta la
necesidad del cambio y el síntoma desaparecerá por sí solo.
Esto será así, siempre y cuando no haya riesgo vital y el sujeto se encuentre sin ningún tipo de
peligro físico. Si lo hay, deberemos cambiar el enfoque y comenzar por normalizar su estado,
incluso recurrir a la internación en caso de ser necesario.

- Psicoeducación nutricional:
Con psicoeducación nutricional nos referimos a brindarle a la paciente toda la información
necesaria sobre aspectos nutricionales y comportamentales con respecto a la comida.
Es fundamental que esta labor la realice una especialista en nutrición. De todas maneras, si nos
encontramos con la imposibilidad de contar con profesionales del área, intentaremos darles al
menos la información más importante. Así, informarles por ejemplo de la necesidad de hacer
cinco comidas diarias para evitar los atracones, el gasto calórico insumido por el organismo al
hacer la digestión, los efectos de la inanición, de las dietas; y trucos para evitar los atracones
como: dejar siempre comida en el plato, lavarse los dientes enseguida después de comer,
masticar chicles, comer despacio y al terminar permitir que transcurra un tiempo mínimo (unos
10-15 minutos) necesario para que las señales neuroendócrinas determinadas por los nutrientes
ingeridos alcancen los centros de saciedad en el cerebro, etc. Y por supuesto, entrenamiento en
“concentración en la comida” que esa sí será nuestra labor. Ejercicio que describiremos más
detalladamente en el apartado siguiente.
Se incluyen también aquí la educación sobre ideas distorsionadas como que “el trocito de
chocolate se me va a la pierna”, etc. Muchas veces tienen ideas falsas sobre la realidad.
Debemos confrontar esas ideas con la realidad para evitar la distorsión.

- Darse cuenta corporal.
Trabajo con el cuerpo. Podemos apoyarnos en la utilización de técnicas corporales: Focusiing,
Bioenergética, movimiento y expresión corporal, etc. Estos trabajos no sólo facilitan el contacto
con su cuerpo y sus sensaciones: el contacto con sus necesidades físicas y afectivas, el
aprendizaje de las señales de hambre y de saciedad, además, le ayudan a disminuir la rigidez
corporal, facilitan la expresión de emociones a través del cuerpo, le anima a explorar y a
descubrir su cuerpo favoreciendo la formación real de su imagen corporal y consiguiendo
finalmente integrarlo a su ser.

- Trabajo con la familia o pareja.
A lo largo de las sesiones terapéuticas es muy común que comiencen a aparecer conflictos
relacionales con distintas personas de su entorno. Es factible pedirles a éstas personas que
acudan a la terapia y trabajar con ellos en conjunto con la paciente. Muchas veces vemos
dificultades de comunicación. Se puede realizar ejercicios de escucha, de expresión, etc.
También, si los pacientes son muy jóvenes no esperaremos a que surja la conflictiva, le
pediremos a los padres que acudan a algunas sesiones de terapia para trabajar algunos
aspectos con ellos. Siempre bajo consentimiento de la paciente y de ser posible en su
presencia.

Adriana Rubinstein Agunin
Psicóloga - Especialista en Trastornos de la Alimentación y Obesidad
"PERSPECTIVA GESTALTICA DE LOS TRASTORNOS ALIMENTARIOS: UN TALLER VIVENCIAL"

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