jueves, 25 de junio de 2009

Sillas especiales para obesos en cines, teatros y bares
Ahora Buenos Aires también es fat friendly
El gobierno de la Ciudad busca que quienes sufren sobrepeso puedan disfrutar de cualquier espacio. Butacas de 80 centímetros de ancho y 70 de profundidad.


Todos los estadios, salas de cine, de teatro y de congresos y exposiciones de la ciudad de Buenos Aires deberán tener, al menos, dos asientos con medidas especiales para personas que sufran obesidad; y si el local tiene más de 200 lugares, sus dueños deberán garantizar que el 1% del total esté compuesto por butacas con un ancho de 80 centímetros y una profundidad no menor de los 70, es decir, 30 centímetros más que la medida promedio de todos los asientos fijos, según lo establece, hasta ahora, el Código de Edificación porteño. La nueva norma, que introduce un nuevo tipo de asiento a este código, será tratada en forma final dentro de un mes y fue presentada a mediados de 2007 por la legisladora porteña Liliana Parada. Dos años después de su ingreso al recinto y luego de un largo proceso legislativo, el texto ya fue aprobado en forma general a fines de 2008 y durante la semana pasada quedó a un paso de completar el proceso de doble lectura, tras ganarse el apoyo unánime de una audiencia pública convocada para introducir cambios a esta iniciativa. De acuerdo con esta nueva ley de asientos especiales, todas las instalaciones que tengan butacas como parte del mobiliario urbano de la ciudad tendrán un plazo máximo de cuatro meses para adaptarse a la nueva regla y terminar con “una de las barreras invisibles que más discrimina y excluye a las personas con obesidad”, advierte el proyecto.

DOLOROSA. Según datos recientes de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad, entre el 50 y el 60% de la población adulta argentina tiene sobrepeso, el 30% es obeso, y el 10% de ellos está en condiciones de afrontar una cirugía para reducir su peso corporal. Las cifras prenuncian una población urbana cada vez más gorda y con mayores problemas de accesibilidad. Sin embargo, más allá de los pronósticos, “el peor sufrimiento actual para toda persona obesa radica en el trato despectivo que debe soportar por su apariencia física”, explica el médico nutricionista Julio Montero, presidente de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (SAOTA). Para Montero, el sufrimiento es doble, ya que “los obesos cargan con la culpa adicional de sentirse responsables de lo que les pasa, cuando en realidad son víctimas de un proceso adaptativo del organismo, que está preparado para responder la sobreoferta de alimentos, es decir que el obeso no es obeso porque se lo propone sino porque no puede evitarlo”, graficó.

Según las últimas estimaciones del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), “la obesidad es la segunda causa nacional de discriminación luego de la pobreza”, explicó María José Lubertino, titular del organismo. La funcionaria recordó que “esta problemática afecta mucho la ciudad de Buenos Aires”, un fenómeno que se confirma por “la creciente cantidad de denuncias por falta de adaptabilidad de muchos servicios públicos”. De acuerdo con la última encuesta realizada para el Mapa Nacional de la Discriminación de este organismo, el 87% de los porteños consultados cree que hay prácticas discriminadoras contra las personas con sobrepeso, mientras que el 66% admite haber presenciado actos de maltrato en lugares públicos contra personas obesas. Pero lo peor de todo no es que suceda, sino que el 68,6% reconoce que no tomó ninguna medida para evitarlo.

Para todos los consultados, la nueva ley le hará la vida más fácil a toda aquella persona que padezca obesidad y que quiera ver un espectáculo. El problema, es que los bares y los restaurantes lograron zafar de la nueva ley. Al menos por ahora.

Cuestión de asiento aéreo

La preocupación por la incomodidad y el sufrimiento que padecen las personas obesas en sus asientos fue más allá de las butacas de cine. Mientras la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura Porteña se prepara para incluir en el proyecto de ley que “todos los asientos especiales no estén en fila para evitar filas de gordos y estigmatizarlos en grupos segregados del resto”, Aerolíneas Argentinas (AA) y Austral anunciaron que no obligarán a las personas obesas a pagar asiento doble en sus vuelos nacionales. Se trata del “Procedimiento Servicio de Extra Seat para vuelos dentro de Argentina”, que consiste en conceder a las personas obesas un asiento extra sin cargo alguno. Hasta fines de mayo todas le cobraban doble al viajero que padeciera obesidad. Por ahora, sólo AA dejó de hacerlo. Para poder acceder al servicio los pasajeros tendrán dos condiciones que cumplir: reservar los dos asientos con 48 horas de anticipación a su viaje y presentar un certificado médico que acredite la enfermedad.

Diario Crònica
http://www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=26049

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